Maldita: La re-interpretación juvenil y sangrienta del mito de Arturo.
Hace unos días llegó al catálogo de Netflix la serie Maldita. Protagonizada por Katherine Langford la conocidísima Hanna Baker de 13 Reasons Why, y por el buen Gustaf Skarsgård Floki en Vikingos. Esta producción nos da una re-interpretación del mito de Arturo, contándonos lo que quizá podría haber ocurrido antes del mito, o una versión femenina del mismo.
Nimue (Katherine Langford) es la Reyna de los Fey o Inefables, una población que está siendo terriblemente asesinada debido a sus poderes místicos y a sus rasgos diferentes a la raza humana. Su madre le dejó una misión importante al morir: entregarle una espada a Merlín (Gustaf Skarsgård). Ahora ella deberá salvar a su gente y cumplir con la misión que su madre le impuso. Dentro de su viaje, se encontrará con un Arturo (el peor que he visto) y con otros personajes que enriquecerán la historia.
La trama es interesante, ya que nos ofrece una nueva forma de interpretar al mito, los personajes no son lo que hemos visto o leído anteriormente, se le ha escrito una nueva visión e historia a cada uno de ellos, como podemos verlo con Merlín, un mago que pareciera sólo preocuparse por él, o un Arturo que no a muchos gustará.
Lo bueno
Siempre he sido un gran fan de las re-interpretaciones de mitos, o de series medievales, y creo que esta toma el buen camino para convertirse en una producción que tenga más de 2 temporadas. Tiene personajes bastante interesantes, lo que permite que la estructura de la historia pueda tener múltiples giros, como podemos verlo con Morgana, o con la monja que busca matar a Nimue. La animaciones dentro de los capítulos son un deleite visual, estas fueron tomadas del libro en el que esta basado esta historia. Es un buen gesto el hecho de no medirse en lo sangriento que pueden ser algunas escenas, ya que pareciera ser una producción más infanto-juvenil.
Lo malo
Me parece que esta es una de las historias que quizá no tenían como target un público adulto, pero que buscaron agradar a todos, lo que hace que se vuelva una serie lenta que podrá disgustar a muchos. Lo romántico esta muy mal logrado. La relación sentimental que parece crecer entre Nimue y Arturo, no genera alguna conexión ni mucho menos una emoción en el expectador, esto seguro por el personaje de Arturo, un elemento que sólo está y que no transmite ni lástima. Las peleas a espada se sienten lentas, no generan suspenso ni mucho menos ese alboroto en el corazón que uno suele sentir cuando hay una confrontación con estas armas. Ante tanta interpretación plana, el trabajo de Merlín nos sonríe y guiña hasta hacernos ver toda la serie. Lo que me hace cerrar con esta tajante aseveración de que esta serie es insípida, esperemos que mejore en su segunda entrega. Puedes ver esta producción en tu catálogo de Netflix. Por lo mientras puedes disfrutar de su Trailer.