Reseña: “El irlandés” la nueva película se Scorsese
La historia y el tono son crepusculares pero Martin Scorsese da una abrumadora y vigorosa lección de cine en “El irlandés”, una ambiciosa producción de Netflix que arroja luz sobre uno de los mayores misterios de la historia del crimen organizado de Estados Unidos del siglo XX.
Se trata de una película épica y exuberante, de casi tres horas y media de duración, que cobra pleno sentido en la gran pantalla. El propio Scorsese, en un reciente artículo para The New York Times, confesaba que él siempre piensa en la pantalla grande y que le encantaría que “El irlandés” pudiera verse en muchos más cines durante más tiempo, pero también asumía que solo Netflix puso sobre la mesa el dinero necesario para producirla (unos 160 millones de dólares) y que, por otro lado, las grandes salas comerciales están copadas por las sagas de Hollywood.
Con guion de Steven Zaillian, “El irlandés” se basa en un libro publicado en 2004 por Charlie Bradnt con el título “I heard you paint houses”, una expresión en clave utilizada por la mafia estadounidense para referirse a los matones a sueldo. El protagonista es Frank Sheeran (De Niro), un veterano de la Segunda Guerra Mundial y conductor de camiones que empieza a trabajar para la mafia y rápidamente se gana la confianza de la cúpula gracias a su combinación de sangre fría y talante conciliador y afable.
A través de los ojos de Sheeran, el espectador emprende un viaje por clubes nocturnos, reservados de restaurantes, saunas, hoteles de lujo y callejones oscuros, desde Filadelfia a Florida pasando por Nueva York o Detroit, en el que contempla los entresijos del funcionamiento interno de la mafia a la vez que recibe claves históricas sobre su relación con el clan Kennedy o con la invasión de Bahía de Cochinos (Cuba). Son mafiosos que matan sin rubor pero también adictos al helado y padres de familia, que mantienen conversaciones íntimas entre ellos compartiendo habitación de hotel y con pijama de franela.
La violencia, al más puro estilo Scorsese, resulta blanqueada por un justo toque de humor, que contribuye a que el espectador llegue a sentir compasión por esos personajes que no parecen poder evitar perpetuar el ciclo de la violencia. “El irlandés” es una película sobre el poder, la traición, la culpa, la fe y la familia, los temas de siempre del director neoyorquino. Narrada en ‘flashbacks’ desde una residencia de ancianos en la que Sheeran pasa sus últimos días, el tono crepuscular de la historia se acentúa por la edad de los actores, todos en la setentena aún cuando dan vida a los mismos personajes desde su juventud.
No obstante, su credibilidad y la fuerza de la película contrarrestan esos inconvenientes. Pese a su larga duración, la narración mantiene el pulso de principio a fin, acelerando y ralentizando cuando resulta conveniente y desplegando un amplio abanico de recursos visuales, con planos secuencias y cenitales que harán las delicias del aficionado.
Cuando se publicó en 2004 el libro de Brandt causó mucho revuelo porque, basándose en entrevistas con el auténtico Sheeran, contó una versión desconocida hasta entonces sobre qué ocurrió con Jimmy Hoffa (Al Pacino), un famoso sindicalista con vínculos mafiosos. Hoffa fue encarcelado y condenado a 13 años pero Nixon lo indultó y salió en 1971 con la condición de renunciar a la presidencia del sindicato. Una vez fuera, Hoffa no se resignó y trató de recuperar el liderazgo, pero en 1975 desapareció sin dejar rastro.
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Magdalena Tsanis