El nuevo cine de Teléfono Blanco. Ya estamos cansados de la misma premisa
Aquí va la estructura de estas películas. La premisa es sencilla el o la protagonista son de una clase acomodada, llevan una vida donde sus mayores dilemas están relacionados con las fiestas, el shopping, o la búsqueda del amor de pareja. Repentinamente pierden parte de su dinero o inician un viaje en carretera de autodescubrimiento. En esa búsqueda se dan cuenta que existen problemas sociales en México, en los que se ven envueltos de forma “graciosa” para finalmente darse cuenta que son unos insensibles ante el tema dando soluciones frívolas y poco realistas a temas realmente complicados. Aquí un breve resumen de algunas de ellas:
- Lady Rancho (2018) pierde su dinero y reflexiona sobre el campo y la pobreza. Hay una escena en una taquería, donde muestra que ya es cercana a la gente.
- La zona (2007) habla de las diferencias sociales en Santa Fe, donde el protagonista aprende la lección y se muestra a través de ir a comer a tacos a un puesto ambulante.
- Nosotros los nobles (2013) habla de como 3 personajes pierden su dinero, y la protagonista (Karla Souza) muestra su humildad comiendo en un puesto de tacos.
- Las niñas bien (2019) y Las niñas mal (2010). La misma historia sólo que en diferentes épocas, mujeres que buscan liberarse de las reglas de su status social, mientras que la película de Martha Higareda es una comedia ligera, “Las niñas mal” intenta ser un trabajo más sofisticado que no sale de la misma temática del cine mexicano, ¿será porqué los realizadores no logran ver más allá y buscar en las miles de realidades que hay en nuestro país? . Por fin aquí no hay tacos. Hay un fuerte fetiche, por los puestos tacos para demostrar humildad, aunque para otros millones de mexicanos es lo más normal del mundo.
La lista sigue y sigue… Es fácil darse cuenta que en los principales portales de Cine en México cada vez que se está por estrenar una nueva comedia romántica hay cierto revuelo en redes que lamentablemente es negativo. Cuando se habla de esas películas en páginas como Cinepremiere, Tomatazos o Cinesecuencia, la gran mayoría de los comentarios son negativos y las reacciones de me enfurece dominan a los cinefilos de habla hispana. Por eso dedico esta 3ra carta editorial, a un nuevo subgénero que ha nacido gracias a las películas de Teléfono Blanco de nuestro tiempo (comedia románticas insustanciales de una clase acomodada) que llamaremos por el momento “Descubriendo México de forma insensible”.
Esta nota la escribo tras ver “Cindy, la regia” donde supuestamente una mujer lesbiana interepretada por Regina Blandón intenta hablar sobre sexualidad, pero sus diálogos son sumamentes homófobos y carentes de toda lógica. Entonces me puse a pensar cómo el cine al estar en tan pocas manos ocasiona que veamos una y otra vez las mismas historias, ya que todos los realizadores tienen el mismo perfil y no ofrecen nada nuevo. Además de que tocan temas muy complejos de una forma tan frívola que es un insulto a quienes han muerto a manos del narcotráfico, tal es el caso de “El club” que además de estar ejecutada muy mal, plantea de una forma indescriptible al narco que supera en irresponsabilidad a las narconovelas de Televisa o Tv. Azteca. Escribo esta editorial enojado, sabiendo que no somos los únicos cansados de estos proyectos. Que además son financiados muchos de ellos por el Estado Mexicano, y que hagamos conscientes que originalmente fueron promovidas durante el fascismo italiano, para no hablar de los temas que realmente importaban y callar todo sentido crítico. No encontrarán este tipo de críticas en medios institucionalizados, pero de alguna manera hay que hacer frente al arte que asfixia y ensordece, por el arte crítico que te cuestiona y reflexiona. Dicen que estas producciones son las que más dinero ganan y que no se consumen buenos productos por los mexicanos. Yo les ofrezco una nueva tesis.
El cine mexicano es de unos cuantos y le hablan a un público cautivo que está lejos de ser el de la mayoría.